vuelta de tuerca

¿Qué tienes?

- Nada


¿Cómo que nada?

- Ya te lo he dicho, nada.


Pero, ¿qué te pasa?

- ¿Por qué?


No escribes

- ¿Y…?



Que es muy raro.

- No es raro, estaba así, ya no.


¿Cómo?

- Pues…eso, así como me has notado.


Pero, ¿por qué no escribes?

- ¡Ya lo hago!


¿Sí?

- ¿No me ves?


¿Qué te pasaba?

- Que estaba recolocando  piezas.


¿Piezas de qué?

- Piezas del puzle.


¿De qué puzle?

- ¡Qué pesada!, de qué puzle va a ser, del de mi vida.


¿Tienes un puzle de la vida?

- Que no me has entendido: del puzle de “mi” vida.


¡Ah! , ¿y cómo lo has hecho?

- Pues poco a poco, no creas que ha sido sencillo, hay cosas que me han ayudado a abrir más los ojos pero creo que ya están todas las piezas en su sitio.


¡Menos mal!

- ¿Por qué?


Tonta, por qué va a ser, porque te echaba de menos.

. . .

No hay comentarios: